El otro día, preparando una formación, recuperé el vídeo danés All That We Share . En el vídeo se organizan personas en diferentes agrupaciones, como los católicos, los de altos ingresos, los de pueblo o los que nunca han visto una vaca, entre otros.
Una persona va pidiendo que den un paso al frente los que coincidan en temas varios, como haber hecho el amor la última semana, sentirse solo, ser padres adoptivos, haber sufrido acoso escolar, haber sido acosadores, etc.
No hay una sola agrupación que responda un solo tema sino que son personas de diferentes agrupaciones las que responden a cada uno de los temas, juntando a ejecutivos con moteros, deportistas con enfermeras, ancianos con hooligans…
Hay personas con las que creemos que tenemos cosas en común y otras con las que creemos que tenemos muy poco en común. Cuánto nos equivocamos!
Estereotipos y prejuicios
Esto me lleva a reflexionar sobre los estereotipos. Conocemos dos rasgos de una persona y ya extrapolamos como son, como piensan, qué gustos tienen, qué vida han vivido, cómo se sienten, de lo que son capaces…
Abrimos y cerramos posibilidades continuamente a los demás. Y por lo tanto, también a nosotros mismos.
Son interesantes las estadísticas de discriminación del Instituto europeo para la Gestión de la Diversidad.
En la sociedad, los principales factores donde las personas se sienten discriminadas son edad, género y religión.
En la empresa es llamativo ver que uno de los principales factores de discriminación es la apariencia física, junto con la edad.
Estereotipos : Seguridad o humanidad
Una empresa, que es una pequeña sociedad, también se compone de personas a las que se encasilla y actuamos igual: tomamos decisiones basándonos en cuatro cosas, y a veces justo en las que nos distancian; creemos saber enseguida si trabajaremos bien juntos o de lo que alguien va a ser capaz de hacer…a veces conocemos poco al compañero con el que hemos estado trabajando años y años.
Tal vez, si conectamos desde lo humano, tomaremos decisiones que nos enriquecerán como personas y como profesionales.
La conexión surge de emocionarnos juntos en momentos compartidos en el día a día o en ocasiones puntuales. Queramos o no, avanzamos junto con otros y nos afectamos mutuamente. ¿Vamos a ignorar, a rechazar o a buscar esta vinculación?
Los estereotipos son la barrera para la conexión. Los estereotipos nos aportan seguridad y rapidez al relacionarnos, pero es en lo humano donde nos encontramos con los demás.
¿Queremos sentirnos seguros y rápidos o queremos sentirnos humanos?